La noche del 7 de abril, la sala Razzmatazz 3 se convirtió en el epicentro de una explosión de energía, ritmo y buen rollo con el concierto de Baby Lasagna. El artista croata, que ha conquistado corazones desde su arrollador paso por Eurovisión, demostró sobre el escenario por qué se ha convertido en uno de los nombres más prometedores del panorama musical europeo.
Con la sala completamente llena, el ambiente era eléctrico desde antes del primer acorde. Desde el primer tema, Ig Boy, hasta el esperado Rim Tim Tagi Dim, el público respondió coreando, saltando y dejándose llevar por cada tema. La conexión fue inmediata: Baby Lasagna no solo cantó, sino que transmitió fuerza, carisma y unas vibras tan auténticas como potentes.
El setlist, compuesto por 15 canciones, incluyó temas como Good boy, Stress, Dopamine, Demons o Biggie, pasando también por un momento más íntimo con la sección acústica. Las canciones más potentes vinieron acompañadas de un juego de luces vibrante, con estrobos y destellos que subrayaban la intensidad de cada drop, elevando la experiencia visual al nivel de la musica.
Visualmente, el concierto fue una combinación perfecta entre cercanía y espectacularidad. En un espacio tan íntimo como Razzmatazz 3, la puesta en escena, con luces perfectamente sincronizadas en los temas más cañeros, potenciaba cada momento sin necesidad de grandes artificios. La personalidad arrolladora del artista y la entrega del público fueron los verdaderos protagonistas.
Baby Lasagna no decepcionó: ofreció un show intenso, divertido y muy personal, dejando claro que esto no ha hecho más que empezar. Si algo está claro tras esta noche en Barcelona, es que su «rim tim tagi dim» ya forma parte del Adn emocional de una nueva generación de fans.
Y como siempre, aquí tenéis algunas imágenes del concierto:
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